Permanecían detenidos miles de solicitantes de asilo vietnamitas, algunos de los cuales podían ser devueltos por la fuerza a Vietnam. Centenares de ellos fueron víctima de malos tratos a manos de las fuerzas de seguridad durante operaciones de traslado. El gobierno tomó algunas medidas para mejorar la protección de los derechos humanos pero no estableció una comisión independiente de derechos humanos.